El perchero y el sillón. Reflexión sobre el rigor de la ley

Una vez me pareció escuchar a un honrado ciudadano que se dirigía así a un policía: «No entiendo sus imprecaciones. El silencio administrativo es positivo; el mosqueo ante la impasibilidad de un funcionario es negativo. Los signos contrarios se atraen. Por eso chocó mi cabeza contra la nariz del señor de tráfico». Luego me fijé…

Cómo vencer los celos y, sobre todo, la infidelidad

Siempre la amó hasta el punto de aceptar sus defectos. Sobre todo aquel de enamorarse cada cierto tiempo de otra persona. Sabía que si quería estar con ella tenía que encontrar la manera de superar el inconveniente, cosa que logró gracias a su rara habilidad de cambiarse por la persona de la que se enamoraba…

Rutina A

Un señor se levanta temprano, desayuna fruta (qué aburrido), se viste, se desviste y se vuelve a vestir. Sale a la calle, va al banco, saca todo su dinero y lo vende en la plaza cobrando ochenta y cinco céntimos por cada euro. Toma sus ganancias, o sus perdencias, según se mire, y va al…

La tertulia

No es fácil reunir a un grupo de personas en una sala, sobre todo cuando ésta es pequeña, porque la gente está apretujada y protesta. No sé si me entienden… Que si quíteme usted la nariz del codo; que si deje de meterle los dedos en el canalillo a mi señora; que si no es…

Rollo y ostracismo

«Rollo» es una palabra enrollada y gusta a los jóvenes, que dicen, «me va tu rollo», o «me mola tu rollo», o «es mi rollo». Pero «ostracismo» no les gusta y no es su rollo. Y no lo entiendo, porque a mí me encanta y, si fuese emperador romano, me pasaría el día condenando a…

Vendemos libros agotados

En una ocasión en que Julia y yo buscábamos un libro para comprarlo, encontramos una tienda coronada por la siguiente e inquietante declaración: «Vendemos libros agotados». Como ignorábamos el funcionamiento de este tipo de librerías, esperamos a que entrara un cliente para así emular su proceder. Al fin entró un señor; Julia y yo lo…

La casa que me crió

Crecí solo. Mi padre no se suicidó. Siempre fue muy impaciente para bajar las escaleras y un día le dio por saltar por el balcón. Llegó bien rápido al suelo. Cuando aterrizó, mi madre ya estaba abajo esperándolo. Ella era muy perezosa. Nunca llegó a subir a la casa; vivía en el portal. La gente…

La calidad y la cebolla. Del mito al tique de compra

La calidad, como concepto y como animal mitológico se parece a una cebolla. Tenemos, por un lado, en el corazón de la misma[1], la calidad técnica de los productos. Ésta se refiere a la calidad intrínseca, es decir, la adecuación de los materiales a la función objetiva que llevará a cabo el bien; la corrección…