El opositor. La vida de un opositor de judicatura
Como estudié durante unos años oposiciones a opositor, a veces sentía el irrefrenable impulso de clavarme mis rotuladores y bolígrafos en los brazos y en los muslos de puro aburrimiento y frustración (los subrayadores no se deben clavar en uno mismo, porque se les chafa muy rápido la punta y no satisfacen ninguna necesidad). Cuando…