De colillas y aceitunas. ¡Ah!, y del mercado internacional
Calle abajo hay un supermercado, y un bar, y un hombre sentado en un taburete alto bebiendo cerveza y apurando las últimas caladas de su cigarrillo (suponemos que es suyo, pero puede que no). Se levanta, pide aceitunas, las mira. Toma una, la huele y la proyecta contra un extranjero rubio, alto y distraído que…