El relatista opina de sopa. El cliente no siempre lleva la razón
Era un relatista de esos que opinan que para escribir líneas realmente inteligentes sólo hay que confiar en que el lector no es un completo idiota y, además, tampoco hay que explicarlo todo y tal, y hay que dejar que el público añada los últimos ingredientes de la sopa a su gusto, y luego, ¡hum!,…