Rutina C. Reflexión sobre la C

Nota: antes de leer este relato, asegúrate de haber leído primero la Rutina A y, luego, la Rutina B. Un señor se despierta, coge el despertador, lo mira: son las siete y ochenta y cuatro minutos; recapacita; no le salen las cuentas, las horas no suelen tener más de sesenta minutos en este trocito de…

El perchero y el sillón. Reflexión sobre el rigor de la ley

Una vez me pareció escuchar a un honrado ciudadano que se dirigía así a un policía: «No entiendo sus imprecaciones. El silencio administrativo es positivo; el mosqueo ante la impasibilidad de un funcionario es negativo. Los signos contrarios se atraen. Por eso chocó mi cabeza contra la nariz del señor de tráfico». Luego me fijé…

Conversación normal en un bar normal, como el que puede haber cerca de su palacio, chalé, casa, piso, choza, chabola o trocito de acera

―¿Sabes hacer algo bien? ―Empino jodidamente bien el codo. ―¿Y cómo se te ocurrió montar un bar? ―Ya ves, estaba un día en la ducha y grité eureka. ―Ajá. ―Y ¿qué tal tu madre? ¿La llevaste al fin al médico? ―Sí, anteayer. ―¿Y qué? ¿Qué le han dicho? ―Dicen que está muerta. ―¿Le han mandado…