Iba caminando y me entraron ganas de fumar. Entonces me encendí un Nobel —…el cigarro, no el premio homónimo. Igual que el tabaco, el premio se puede comprar, pero no se fuma—.[1]
[1] Nota para la organización del premio: De todas formas, quiero uno… Un premio, no un cigarro, que también.
Felipe Santa-Cruz
Relato extraído del libro Rutinas